martes, 25 de marzo de 2008

Grupo Jaque / educacion y tiempo libre

Una gran alternativa para disfrutar del tiempo libre

Un verano en Jaque

-En 1.995 un grupo de jóvenes desempleados se juntó para «hacer algo» y de allí nació la asociación de tiempo libre «Grupo Jaque» quienes verano tras verano, navidad tras navidad, y Semana Santa tras Semana Santa desde hace cinco años vienen organizando una serie de campamentos urbanos para niños de entre 5 y 12 años. La iniciativa resultó tan positiva y gustó tanto a los chavales que continuó haciéndose, y algunos de ellos llevan ya varios años repitiendo, porque en estos campamentos cada vez se aprende algo nuevo, se hace algo distinto y se conoce a nueva gente. A «La Bañeza Hoy» le pareció esto tan interesante que nos acercamos a hablar con ellos. Llegamos una tarde al campamento que habían montado en el Puente Paulón y allí charlamos con el Coordinador del grupo.

P.:–¿ Cuando y cómo empezó el Grupo Jaque?
R.:– Empezó en 1.995 en base a la inquietud de un grupo de gente. Nos juntamos por las tardes en la cafetería Royal y en base a eso nació el proyecto. El CEAS nos echó una mano, y se organizó el primer campamento urbano. Poco a poco aquello funcionó, y funcionó bien, y ahora esto es algo más que un proyecto, que se hace de forma periódica en navidades, Semana Santa y verano.
P.:– ¿Quienes pueden participar en las actividades de los campamentos urbanos del Grupo Jaque?
R.:– Pues todos los niños y niñas que quieran, con una edad entre los 5 y los 12 años
P.:–¿ Qué actividades hacéis con los chavales?
R.:– Se hacen muchísimas cosas. Este año hemos hecho, aparte de la acampada, actividades manuales en talleres, hemos hecho papel reciclado, hemos hecho figuras. También hemos ido de excursión, hemos ido a ver la Brigada de Extinción de Incendios de Tabuyo del Monte. Luego hay juegos como la calva, aparte de los juegos y actividades tradicionales de campamento, la hoguera nocturna alrededor de la que se cuentan historias...
P.:–¿ Por qué un grupo se junta y crea un ‘campamento urbano’?
R.:– Yo creo que la sociedad va al ocio pasivo y que hay muchas cosas que no se valoran. Los chicos de ahora se limitan mucho a su calle o barrio, a ver la televisión y a los videojuegos. Aquí, en los campamentos de Grupo Jaque les damos la oportunidad de que se interrelacionen, de que conozcan su pueblo más allá de su barrio, y los que han pasado un tiempo con nosotros conocen ya todo lo que hay en La Bañeza, todo tipo de empresas y todo lo que se fabrica en su ciudad. El campamento urbano ofrece la posibilidad de hacer cosas y además pasar la noche en casa.
P.:– Y además de La Bañeza ¿habéis ido a otros lugares?
R.:– Sí. Hemos ido a muchos sitios: al parque de la naturaleza de Valladolid, hemos ido con los pequeños a Truchas, hemos hechos unas cuantas caminatas... cada año procuramos hacer algo distinto, el campamento se basa en la innovación, en la novedad de las actividades, porque muchos de los chicos repiten cada año y ello implica que hay que hacer cosas distintas. Eso también supone un constante reciclaje de los monitores del grupo. En la biblioteca de La Bañeza ya no hay ni un libro de manualidades que nos quede por mirar.
P.:– ¿Qué cosas puede aprender un chaval en los talleres que organizáis?
R.:– Pues un poco de todo. Aquí se trata de explorar. Exploramos el barro, un día hacemos una agenda de piro-grabado otro día hacemos un taller de cabullería. Exploramos sin saber nada más y vemos cuales son las habilidades de los niños, y entonces les decimos a los padres «este niño tiene posibilidades, pinta muy bien, llévale a clases de pintura. Esta niña baila muy bien, llévala a clases de danza o de baile».
P.:– ¿Y qué tal aceptación habéis tenido?
R.:– La aceptación por parte de los padres bien. Este verano hemos tenido un grupo de 48 niños y otro de 50. Esto es síntoma de que las cosas no van mal. Y es que además hemos empezado a ir fuera, a Santa María del Páramo, a Villazala y nos han llamado para ir a San Esteban de Nogales.
P.:–¿ Alguna anécdota?
R.:– Más que anécdota fue que el primer año que fuimos a Montuerto unos dos días, y a la vuelta, sin nosotros saber nada, el grupo de chicos de entre 9 y 12 años hizo un escrito en una hoja que ponía «pedimos al Ayuntamiento que el año que viene sean más días» y lo entregaron al Ayuntamiento.
P.:– ¿Alguna ilusión?
P.:– A mí me gustaría que esto creciera y que haya continuidad.

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